El prospecto panameño Miguel Amaya nunca se imaginó que el ser relegado a la receptoría por su peso se convertiría en la puerta que lo llevaría al éxito profesional, al punto de llegar a ser, actualmente, uno de los mejores talentos jóvenes de las Grandes Ligas.
En una entrevista al diario The Storm Media, Amaya 20 años explicó que su llegada a la receptoría ocurrió porque un director consideró que él era muy pesado para jugar otra posición en el diamante.
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"Cuando era niño, el entrenador decía que yo estaba gordo. El entrenador a menudo me decía: 'Eres un hombre gordo, vas a ser un receptor'", manifestó Amaya, quien en estos momentos es el segundo mejor prospecto de los Cachorros de Chicago.
"Así que desde ese día me empezó a gustar la posición. Esto es me apasiona, dirigir el juego, controlar el juego y hacer lo que hacen todos los receptores", agregó.
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El joven, que fue firmado en 2015 por los Cachorros de Chicago, por una cifra que superó el millón de dólares, trabaja más fuerte que nunca, al estar cada vez más cerca de convertirse en el nuevo istmeño en la Gran Carpa.
"Esto significa mucho para mí, porque hay tantos jugadores de Panamá y quiero ser parte de esas leyendas", señaló Amaya, quien en los campeonatos nacionales representó a la provincia de Los Santos.
La temporada pasada, Amaya bateó para .235, con 11 jonrones y 57 carreras empujadas, en 99 partidos con los Myrtle Beach Pelicans Clase A avanzada.
Elogios
"Las herramientas que tiene detrás del plato prueban que él encaja en el nivel profesional y que es alguien a quien definitivamente tenemos que prestar atención", dijo Alex Suárez, director de los Cachorros para talentos internacionales y desarrollo de jugadores.
"Él es un gran compañero. Se ha esforzado para poder comunicarse con los jugadores anglohablantes e hispanohablantes", añadió.
Firmaron al panameño en 2015.
20
años tiene Miguel Amaya.
Las herramientas que tiene detrás del plato prueban que él encaja en el nivel profesional.
Cuando era niño, el entrenador decía que estaba gordo. El entrenador a menudo me decía: 'Eres un hombre gordo, vas a ser un receptor'. Así que desde ese día, me empezó a gustar la posición. Esto es me apasiona, dirigir el juego, controlar el juego y hacer lo que hacen todos los receptores.
27
jonrones ha conectado Amaya en su carrera.
157
carreras ha remolcado el santeño en las menores.